No estoy en Venta!

Todo empezó un sábado, Malena estaba lista para empezar la noche, la más movida de la semana.
De pronto llegan unos "Caballeros" los llamarnos así para identificarlos porque estaban muy lejos de serlo, ella toma la orden de cervezas y algo para comer, el tiempo pasaba y ellos pedían más cervezas y empezaron hacerse los graciosos y galanes ... Ella pensaba "Alguien debería decirles a los hombres lo ridículos que se ven cuando quieren parecer galanes",pero bueno ese es otro tema.
De pronto uno de ellos,le pidió su número de teléfono y claro su respuesta fue automática ¡no!  A pesar de que no era la primera vez que pasaba algo así,ella se sintió más incomoda de lo normal aquella noche.


Malena fue por más cervezas y sentía que el tiempo pasaba lentamente y desesperadamente rogaba porque aquellos tipos se largaran del lugar,al momento de llevarles la cuenta uno de ellos la jaló del brazo y le dijo "¿ por 300 dólares me das tu número de teléfono? Puedo llevarte a mi departamento y te aseguro que nos vamos a divertir",ella sintió asco y miedo al escuchar esas palabras que penetraron en los más profundo de su ser,Malena solo quería  desaparecer de ese bochornoso momento,corrió hacia un compañero y le pidió que se encargará de ellos,pues ella era incapaz de volver...... Obvio se dieron cuenta de su huida y ellos también decidieron irse pero aquel tipo no se rindió,se acercó a Malena y le dejó su tarjeta de negocios,con esa sonrisita insoportable y supuesta voz de ¡galan!
Le dijo "si te animas,al salir de aquí, llámame ..."  Ella estaba en shock no podía entender la necedad de este tipo,qué al parecer estaba acostumbrado a tener lo que quería,pero Malena decidió dejarle claro que ella no iba a ser una de esas cosas,así que cogio  la tarjeta y la rompió en su cara diciéndole: ¡no estoy en venta !
En ese momento sus piernas temblaban hasta que sintió la mano de su jefe en su hombro preguntando si todo estaba bien,éste le pidió a Malena que se fuera,porque él tenía que hablar con el "caballero" a quien le pidio que no volviera más por el lugar o llamaría a la policía.
Pasado el mal momento una compañera le dijo :¿300 dólares ? Y Malena contestó :si ¿no? ¡Cretino con eso no consigue ni una foto! Y empezaron a reír y a superar aquel episodio de un día de trabajo como mesera,un sábado por la noche.
Malena se quedo pensando: es increíble que aún existan hombres,qué piensan que pueden comprar mujeres como muñecas de aparador.


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