La Entrevista

 Sonó mi teléfono, fue un miércoles por la tarde, era de la agencia de empleos que me avisaba sobre una entrevista de trabajo, buscaban una asistente de oficina para un hombre de negocios que vivía fuera y solo venia por pocos días a Miami para ver cómo iba su negocio instalado en esta ciudad.

Recuerdo que la idea me emocionaba mucho, imaginando que tendría un jefe a la distancia y yo manejando mis tiempos sin tener a alguien vigilándome a cada paso.

Viernes por la mañana me preparaba para la entrevista, con una falda negra debajo de la rodilla, una camisa blanca con manga corta, unos tacos altos, una gran cola de caballo y poco maquillaje. Llevaba un bolso pequeño y mi hoja de vida en la mano.

Llegue 10 minutos antes y me quede en el auto, cuando vi llegar a un hombre de unos 50 años  muy elegante y con cara amable, lo vi entrar a la suite 103 que era la dirección que yo tenía. 

Bajé de mi auto, fui hasta la puerta y una mujer muy guapa me recibió me llamo por mi nombre y me dijo bienvenida.

La oficina era muy moderna y acogedora.  Francisco, así se llamaba mi futuro jefe, empezó haciéndome preguntas sobre mi experiencia laboral y luego de unos minutos conversando me dijo que 

tenía todo lo que necesitaba para el puesto que ofrecían. Yo estaba encantada con la oportunidad, el sueldo que iba a recibir era mucho más de lo que imaginaba, pero de pronto escuche su voz diciendo que algunos fines de semana tendría que ir a Uruguay (de donde era él y me hospedaría en su casa de la playa para reunirnos y hablar de las cosas que yo manejaría como su asistente en la oficina de Miami.

Debo decir que sentí miedo y tuve ganas de irme, Francisco se dio cuenta del cambio en mis gestos, imagino que así fue, y empezó a explicarme que no estaríamos solos que también estarían las asistentes de sus otras oficinas y que además podríamos quedarnos unos días para conocer y pasear en Uruguay. De pronto no tenía dudas, me quería ir, les dije que estaba agradecida con la propuesta, pero tenía un inconveniente, no tenía aun mis documentos en regla y no podría viajar, que agradecía la entrevista, pero de saber que se requería viajar no les hubiera hecho perder el tiempo. La mujer me dijo que eso no era problema y Francisco apoyo diciendo "nosotros te tramitaremos el permiso para viajar" y que de seguir creciendo en la compañía habría otros viajes con inversionistas y sería mejor empezar ya con el proceso.

En ese momento sentí mucho miedo, tenía la sensación de estar atrapada sin estarlo, presionada a dar una respuesta positiva a algo de lo que solo quería huir. Así que respire y cambie mi actitud y mostré mucho entusiasmo, les dije que aceptaba el trabajo, que tendría que estar loca para decirle que No A una oferta de trabajo tan espectacular.

Quedamos en almorzar al día siguiente en el restaurant de un hotel de Ocean Drive. Está claro que jamás asistí a ese almuerzo, le deje un mensaje a la agencia diciéndole que tuve una emergencia en mi país y que me iría esa misma tarde por unos días, Por muchos días no pude ir a más entrevistas de trabajo, me causaba ansiedad pensar que volvería a verme con esas personas y me llenaba de pánico pensar en ello.

Nunca sabre si deje ir una increíble y única propuesta de trabajo con posibilidades de tener mis papeles en regla o Dios una vez más sujeto de su mano y me saco de ahí.






 

Comentarios

  1. Aclaración, como dijiste que tenías que viajar a tu país , si les habías mencionado que no podías salir del país?

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  2. hola, fue en la entrevista que mencione que no podía salir del país, la agencia que me buscaba trabajo no tenía información de mi estatus legal.
    Gracias por leer y comentar :)

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